Para comenzar con la elaboración de esta tarta de queso sin azúcar trituramos el aceite de oliva extra virgen con los dátiles y los anacardos hasta conseguir una masa homogénea que posteriormente repartiremos en tres vasos presionando ligeramente para compactar y conformar la base de nuestra tarta. Reservamos.

Para el relleno mezclamos el queso fresco batido con la vainilla, las gotas de estevia, el huevo y batimos para incorporar por último la harina de avena y remover hasta que no queden grumos, pudiendo para ello ser necesario el uso de unas varillas.

Repartimos el relleno en tres vasos con la base ya colocada y llevamos al microondas por un minuto a 600W, colocando los vasitos en el borde del plato giratorio y vigilando que no se salga.

Posteriormente programamos 30 segundos más a 160W o a la potencia más baja que permita vuestro microondas. Si después de estos 30 segundos el relleno aún sigue crudo podemos programar otros 30 segundos más a baja potencia.

Hay que considerar que la tarta de queso se terminará de cocer con el calor residual y que espesará con el reposo, así que es mejor quedarse un poco cortos.

Cuando el relleno esté cuajado pero jugoso retiramos las tartas de queso y las dejamos reposar, y mientras tanto preparamos la cobertura para lo cual debemos mezclar los frutos rojos con las semillas de chía y la estevia en un vaso, remover y coser en el microondas a máxima potencia durante un minuto o un minuto y medio.

Dejamos templar unos minutos antes de repartir sobre las tartas de queso y posteriormente guardamos en la nevera hasta el momento de servir, cuando podemos colocar unos frutos rojos frescos para decorar y si tenemos, unas hojas de menta.

Con qué acompañar la tarta de queso sin azúcar en microondas

Esta tarta de queso sin azúcar que fácilmente podemos crear en el microondas constituye el postre ideal para saciarnos y obtener proteínas de calidad sin complicarnos con su elaboración en la cocina.

Dependiendo del momento del día en que la degustemos podemos acompañarla de un té o café o simplemente de más frutos frescos de nuestro agrado.