Con la llegada de las primeras nevadas se despierta en nosotros las ganas de esquiar. Por eso en este post nos queremos detener en este deporte, pero no en lo qué es y lo que nos ofrece, si no en cómo debemos prepararnos para practicarlo de manera satisfactoria.

Antes de nada, es súper importante que tengamos presente que el esquí es un deporte en el que las piernas tienen un papel importante y por ello es una de las partes que debemos tener presente a la hora de prepararnos para la práctica de éste.

No solo se trata de preparar el equipamiento de ropa y utensilios, si no que es necesario que nos preparemos físicamente para esta actividad, y no se trata solo de calentar antes de calzarnos los esquís.

Para ello vamos a dividir en post en dos partes, cómo nos debemos preparar físicamente y cómo lo debemos hacer en lo que a equipamiento se refiere.

Preparación física para esquiar

Para centrarnos en la parte física, es necesario que antes de lanzarnos a las pistas, sepamos que es importante un entrenamiento y un acondicionamiento de nuestro cuerpo, sobre todo de las piernas, que serán las estrellas en este deporte.

Sentadillas para trabajar las piernas

Para comenzar, vamos a recomendar la realización de sentadillas o squats. Es un ejercicio fundamental a la hora de fortalecer las piernas, ya que las trabaja en su totalidad. Como ya sabemos, para ellos es necesario realizarlas correctamente.

Colocados con las piernas paralelas y ligeramente abiertas, vista al frente y espalda recta. Lo que vamos a hacer es un descenso mediante una contracción de cadera y doblando las rodillas.

El trasero lo llevaremos hacia atrás, mientras que cargamos toda la tensión del ejercicio en los cuádriceps y los glúteos. Importante afianzarnos al suelo con los talones de los pies u no arquear la espalda por la zona lumbar, para evitar llevar la tensión a esta parte.

Sentadillas con bosu

Otro ejercicio que nos servirá para trabajar las piernas de cara a esquiar será la realización de sentadillas sobre un bosu sin carga, simplemente con nuestro propio peso corporal. Esta técnica es adecuada para controlar el cuerpo, y sobre todo el equilibrio.

Para ello nos colocaremos sobre un bosu con ambas piernas. Mantendremos el equilibrio, y nos situaremos con las piernas ligeramente flexionadas, los brazos estirados hacia adelante, para ayudarnos a mantenerlo mejor.

En esta postura, contrayendo los músculos abdominales y las piernas, descenderemos doblando rodillas y flexionando las caderas. La espalda recta y el trasero hacia atrás. Al principio nos costará hacer este movimiento, pero poco a poco, conseguiremos sujetarnos y ejecutarlo sin problema.

Plancha de abdominales isométricos

No olvidemos que la práctica del esquí requiere de una pared abdominal fuerte, ya que la postura nos lo pedirá. Por ello recomendamos realizar abdominales isométricos. Un ejercicio como la plancha de isométricos nos ayudará a conseguirlo.

Para ello simplemente nos colocaremos tumbados de cara al suelo apoyados por la punta de los pies y los codos o las palmas de las manos. El cuerpo estará recto, y esta es la postura que vamos a mantener durante todo el ejercicio.

El mantenimiento de la postura es fundamental, ya que no hay que arquear la espalda hacia arriba en exceso, ni doblar el tronco hacia abajo. Simplemente debemos contraer la pared abdominal y mantener la postura durante el tiempo que dure el ejercicio, que puede variar de 30 segundos a un minuto más o menos.

El equipamiento necesario

Pero no solo la preparación física es esencial para lanzarnos a esquiar, si no que el equipamiento es necesario tenerlo en cuenta.

Por supuesto, es necesario consultar el parte meteorológico y la situación de las pistas de esquí a las que vamos a ir a esquiar. Saber las condiciones que vamos a encontrar antes de ir es fundamental para ir prevenidos y saber a lo que nos enfrentaremos.

Hacernos con un buen equipo es necesario. Sobre todo con ropa que nos proteja de la humedad y del frío, y que nos mantenga con la suficiente comodidad para poder movernos fácilmente.

Echar mano de ropa térmica interior es algo que no podemos pasar por alto, ya que es lo que más nos aislará del frío y nos permitirá realizar la actividad con facilidad. Utilizar ropa externa de abrigo estanca, que nos aísle de la humedad y guarde el calor es fundamental.

Por supuesto unas buenas gafas de sol no deben faltar, pues la nieve ejerce un efecto espejo potente que puede dañar nuestros ojos sin que nos demos cuenta. Las gafas más recomendables son las que aíslan por completo las cuencas oculares.

Las botas y su colocación es fundamental. Si alquilamos el equipo o si lo tenemos nosotros, las botas deben ajustarse a la perfección en el pie. No es aconsejable que se queden sueltas, ya que el riesgo de lesión aumenta exponencialmente.

Lo mismo sucede con los bastones, que son súper importantes, y no pueden ser demasiado largos ni demasiado cortos. Es importante que nos permitan una movilidad de brazos fácil, a la vez que nos den la posibilidad de afianzarnos en el suelo correctamente.

Siempre son una apoyo a tener en cuenta, ya que los bastones son ayudarán a afianzarnos en el suelo y evitar resbalones y caidas tontas que nos pueden pasar factura sin darnos cuenta. Por eso son una pieza importante del equipamiento del esquiador.

A la hora de esquiar la postura que vamos a adoptar debe ser con las rodillas ligeramente flexionadas, y el cuerpo ligeramente inclinado hacia adelante, para propulsarnos y facilitar el desplazamiento con los esquís.

Las piernas deben estar ligeramente relajadas y los esquís un poco enfrentados, pero sin llegar a cruzarse, ya que si esto sucede haremos cuña, y no nos desplazaremos, corriendo el riesgo de caer.

Sin pasar por alto nada de lo dicho anteriormente, nunca debemos olvidarnos de proteger la piel que está expuesta al aire. Como hemos dicho, la nieve es un espejo que refleja el sol, y potencia su efecto.

Por ello la protección total es necesaria en la cara y labios. Para ello usaremos pantallas protectoras totales, e incluso filtros físicos, que nos protejan mucho más de las inclemencias del tiempo y del sol.

Con todo esto ya podemos lanzarnos a esquiar. Eso sí, siempre os recomendamos que si sois principiantes, antes de nada, practiquemos en pistas sin riesgo, y que si es posible, nos apuntemos a clases de iniciación y aprendizaje para principiantes.

Con todo esto, queremos resumir este post resaltando lo importante que es la previsión y planificación a la hora de irnos a esquiar. Para ello debemos tomarnos un tiempo en pensar cómo lo vamos a hacer y los puntos a seguir.

Imágenes | Pexels

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