Como casi todos los platos de guisos y potajes, es preferible prepararlo el día anterior en el que se quiera comer. Doce horas antes, habremos dejado en remojo las fabas en un recipiente con agua abundante. A la mañana siguiente, cocemos las costillas aparte en agua con sal durante 20 minutos para quitarles la grasa excesiva y comenzamos con nuestras fabas.

En una olla grande ponemos las costillas cocidas y escurridas, la punta de jamón, los chorizos, la cebolla, el laurel y los dientes de ajo. Añadimos las fabas escurridas y el agua y ponemos a cocer a fuego lento. Cuando nuestro potaje llegue a la ebullición, vamos retirando las espumas que se puedan ir formando. Además, para que no se despellejen, pasmamos tres veces las fabas, añadiendo 30 ml de agua fría para cortar la ebullición.

Si usamos olla rápida, cerramos la olla y cocemos con dos anillos durante 20 minutos. Si lo hacemos a la manera tradicional, harán falta aproximadamente 2 horas y media para que las fabas estén en su punto. El secreto es irlas probando a partir de la segunda hora para apagar el fuego cuando estén mantecosas.

Una vez terminadas, retiramos la cebolla, los dientes de ajo y el laurel y cortamos las costillas separándolas para poder servir raciones proporcionadas. Si somos capaces, están mucho más ricas esperando a comerlas al día siguiente.

Con qué acompañar la receta de fabas asturianas con chorizo y costillas de cerdo

Lo mejor para disfrutar con esta receta de fabas asturianas con chorizo y costillas de cerdo, es acompañar nuestro plato con una ensalada ligera o picadillo de tomate, y terminar con un delicioso postre, como por ejemplo este tiramisú de mango en vasitos individuales.