Cortar el pan en rebanadas gruesas. Disponer los huevos con la vainilla, la leche y una pizca de sal en un cuenco, y batir bien sin llegar a espumar.

Disponer el pan en una fuente y echar la mezcla de huevo. Dejar reposar unos 30 minutos, dando la vuelta a las rebanadas de vez en cuando para que se vayan empapando bien.

Calentar una sartén al fuego con la mantequilla hasta que se derrita y bajar la temperatura hasta dejar una potencia media. Cocinar las rebanadas escurriéndolas un poco, dejando que se doren bien por ambas caras, unos 4-5 minutos por cada lado.

Muchos suizos añaden a la sartén los restos de leche y huevo y los cocinan como si fueran huevos revueltos. Antes no se tiraba nada, pero es un paso opcional.

Mezclar azúcar con canela al gusto y rebozar bien las rebanadas ya listas y recién salidas de la sartén. Comer calientes con puré de manzana de acompañamiento.

Con qué acompañar las torrijas suizas

Como decía, las fotzelschnitten se comen recién hechas acompañadas de compota o puré de manzana casero, aromatizado con canela o vainilla. También se pueden caramelizar trozos o gajos de manzana natural en la misma sartén que hemos hecho las torrijas, o servirlas con miel, mermelada o incluso un queso fresco.