El ámbito de la construcción ha cambiado mucho durante la evolución de la historia. Primero vivíamos a la intemperie, después comenzamos a vivir bajo un techo y, una vez dominado eso, pasamos a crear construcciones que maravillaban a los sentidos.

Actualmente, nuestro nivel tecnológico nos permite alzar edificios que parecen no tener fin y otros con curiosas formas; sin embargo, parece que este siglo pasaremos a un nivel superior con construcciones sobre el propio mar.

Las más conocidas son las islas artificiales de Dubai; pero, Dinamarca ha anunciado un proyecto que puede dejar en un juego de niños lo de los dubaitís. El país nórdico construirá nada más y nada menos que 9 gigantescas islas artificiales.

Islas artificiales en Dinamarca

El gobierno danés y los principales alcaldes de Copenhage han llegado a un acuerdo con la constructora Urban Power para llevar a cabo un proyecto tremendamente ambicioso y futurista. La idea es crear 9 islas artificiales frente a la costa de Copenhage.

El área se conocerá con el nombre de Holmene y ocuparía más de 3 000 000 de metros cuadrados; de los cuales, 700 000 metros cuadrados serían de pura naturaleza. Esta obra de ingeniería comenzaría a construirse en el próximo año 2022 y estaría completamente terminada en el 2040.

Fusión entre industria y naturaleza

Las islas fusionarían la industria y la naturaleza de un modo nunca visto hasta el momento. El proyecto contempla que cada isla estará rodeada por un “cinturón de naturaleza” en el que habrá zonas para realizar deporte y otras para ocio. Incluso, habrá varios pequeños islotes y arrecifes que no serán accesibles para los humanos.

El constructor relata en su sitio web que las islas podrán desarrollarse temáticamente. Cada isla podrá tener una función determinada, como un centro de energías renovables, centros de investigación y edificios dedicados a sectores futuros que aún desconocemos.

Tecnologías verdes en masa

Como es obvio, los daneses han pensado en los peligros de una isla. Por ello, construirán las islas con un relleno de suelo que funcionará como la columna vertebral de la isla. Así, serán resistentes a futuras inundaciones y desastres naturales que puedan ocurrir.

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La isla más grande de todas está reservada para incluir en ella la planta de residuos de energía más grande del norte de Europa, además de desarrollar en ella tecnologías verdes. En esta isla se tratarán los residuos biológicos y las aguas residuales de 1,5 millones de ciudadanos para convertirse en agua limpia, biogás y otros recursos.

Molinos de viento y otras tecnologías renovables lograrán una reducción anual de, al menos, 70 000 toneleadas de C02 y la producción de más de 300 000 MWh de energía; cifra que equivale al consumo de energía del 25 % de la población de Copenhage.

El descanso que necesitan las ciudades

La creación de Holmene también supondrá un descanso para las ciudades. Los nuevos metros cuadrados liberarán a los hogares y otros lugares de la capital de la bulliciosa presión de los negocios. Estas islas generarán hasta 12 000 nuevos puestos de trabajo y hasta 3 000 más en efectos derivados, según Deloitte.

Aún queda mucho para que esta obra de la ingeniería sea una realidad; sin embargo, podríamos estar ante el inicio de una nueva época de la construcción. La idea de crear islas para restarle peso a las grandes urbes es interesante y supone grandes beneficios. Quién sabe cuántas islas artificiales de este tipo llegaremos a crear.

Foto destacada: Urban Power

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Alex Branco PARA VIDA SANA ECUADOR