Siempre he dicho que el cardiovascular es uno de los grandes enemigos de la grasa, porque ayuda a quemar un mayor número de calorías y a utilizar la grasa como fuente de energía.

Ahora, se ha dicho muchísimo que, entre los tipos de cardiovascular, el cardio estable es la mejor de las alternativas, ya que ayuda a quemar más grasa como fuente de energía, en comparación con el cardio de alta intensidad, pero, ¿qué tan cierto es?

Pues bien, en teoría, es cierto que entrenar a una baja intensidad, aproximadamente a 60% de tu capacidad, te permite quemar más grasa como combustible, es decir que del total de calorías que quemas, el 60% proviene de la grasa y el 40% proviene del glucógeno (carbohidratos), mientras que al hacer cardiovascular a alta intensidad, llegas a quemar aproximadamente un 40% de grasa y un 60% de glucógeno como combustible.

Pero, ¿qué pasa?, sucede que por minuto quemas menos calorías durante una actividad cardiovascular de baja intensidad, en comparación con el número de calorías que puedes llegar a quemar durante una actividad de mayor exigencia física.

Te doy un ejemplo: En una buena sesión de intervalos o pliométricos, que dure aproximadamente 30 minutos, puedes llegar a quemar hasta 500 calorías, mientras que caminar durante 1 hora a baja o moderada intensidad puede hacerte quemar 200 o 300 calorías.

Entonces, para quemar grasa de manera eficiente, lo recomendable es que combines el cardio estable con el cardio hiit, para que puedas obtener todos sus beneficios y llevar tus resultados un poco más allá, evitando chocar contra la pared del estancamiento.

Si no tienes idea de cómo hacerlo, puedes tomar como ejemplo mi rutina de ejercicio cardiovascular.

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Publicado originalmente en el sitio Web de Sascha Fitness para Vida Sana Ecuador. Daniel Cañizales