Muchos creen que por estar de vacaciones o por tener unos días libres abandonan el régimen porque tienen la mentalidad del “todo o nada”. Pero tienes que entender que para tu cuerpo es lo mismo un domingo que un lunes, una Semana Santa o un día laboral. Con esto tampoco te desesperes, todo tiene solución, la idea es que para próximas ocasiones disfrutes con moderación y no se vuelvan locos cada vez que tengan un día libre. Aquí tienes mis tips para contrarrestar los desastres que cometieron en Semana Santa:

1. No te saltes ninguna comida, no dejes de comer, porque pondrás el metabolismo lento y a la larga te darás un atracón. Come comidas (natural) pequeñas cada 3 horas para acelerar el metabolismo.

2. Suspende los almidones por una semana. Consume solo carbohidratos fibrosos – vegetales: brócoli, vainitas, calabacín, auyama, coliflor, hongos, lechuga, céleri, pepino, etc. + proteína.

3. En la segunda semana incorpora los carbohidratos complejos de bajo índice glicémico en la mañana: avena, quinoa, batata, arroz integral, granos, etc.

4. Por el exceso de sodio y carbohidratos ingeridos estos días estás reteniendo líquido, por lo que tardarás aproximadamente 72 horas en eliminar el exceso. Toma un vaso de agua cada hora, (3 litros al día, desde que te levantes hasta que te acuestes), evita los enlatados y embutidos como salchichas, jamón (también el de pavo), y no agregues sal a las comidas.

5. Evita los alimentos procesados, colorantes y exceso de edulcorante artificial porque retienen líquidos e incrementan la ansiedad por el dulce.

6. Ejercita tu cuerpo e incrementa tu quema calórica en los entrenamientos, 200 calorías más aproximadamente. Por ejemplo, si normalmente quemas 600, trata de quemar 800 calorías.

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