La relación entre la obesidad y la demencia siempre ha generado mucho debate al respecto en la comunidad científica. Investigaciones anteriores habían asociado la obesidad con un incremento del riesgo de padecer demencia; sin embargo, un nuevo estudio, considerado como el más grande que se haya hecho hasta la fecha, sugiere todo lo contrario.

El estudio ha sido llevado a cabo por un equipo de investigadores dirigido por el profesor Stuart Pocock, de London School of Hygiene & Tropical Medicine en Reino Unido. Los resultados se han publicado en la revista The Lancet Diabetes & Endocrinology.

A mayor peso, menor probabilidad de padecer demencia

Los investigadores han recogido la información de casi 2 millones de personas de Reino Unido buceando en una base de datos en la que se encuentran incluidas aproximadamente el 9% de la población del país. Durante un periodo de 9 años, 45.507 adultos fueron diagnosticados de demencia.

Los investigadores descubrieron que los adultos que estaban por debajo del peso apropiado (en este estudio se definió con un índice de masa corporal menor a 20 kg/m²) tenían un 34% más riesgo de padecer demencia comparados con aquellos que se encontraban en el peso adecuado (IMC entre 20-25 kg/m²).

Por el contrario, los adultos que tenían un índice de masa corporal incrementado tenían menores probabilidades de ser diagnosticados de demencia. De hecho, los que presentaban un IMC mayor a 40 kg/m² eran los que tenían la menor probabilidad de desarrollar demencia.

Y por si estos resultados no fueran ya suficientes, el equipo encontró que esta asociación se mantuvo incluso teniendo en cuenta otros factores que aumentan el riesgo de padecer demencia como fumar y el consumo de alcohol.

Este descubrimiento abre nuevas vías de investigación interesantes

Los investigadores no entienden cómo se ha podido producir esta asociación entre el índice de masa corporal y la demencia, pero lo que sí tienen claro es que estos hallazgos pueden permitir el desarrollo de nuevos tratamientos contra la demencia.

“También tenemos que prestar atención a las causas y consecuencias en la salud pública de la relación entre tener un peso por debajo del apropiado y el incremento del riesgo de demencia que nuestra investigación ha establecido”, comenta el profesor Pocock.

Es posible que entender esta extraña relación nos permita obtener nuevos conocimientos que podrían ser usados para desarrollar nuevos fármacos contra la demencia y nuevas medidas para prevenirla. Además, todavía tenemos que estudiar detenidamente qué papel juegan los diferentes factores que se han identificado hasta ahora con la demencia (dieta, ejercicio, factores géneticos, etc.) en esta curiosa relación.

Fuente: The Lancet

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