La dieta es algo muy importante en nuestra vida y, por ello, es uno de los factores a los que le debemos prestar más atención en ella. Las dietas que hacemos deben cumplir con las necesidades que nuestro cuerpo necesita, por lo que no podemos hacer que un niño siga la misma dieta que siguen sus padres, pues la edad es uno de los factores más importantes para establecer una buena dieta para todos.

Las necesidades básicas de un adulto son muy diferentes a las de un niño, pues este necesita mucha menos energía que un niño, de la misma manera que también necesita menos grasas pero seguramente más fibra y calcio para reforzar más los huesos. De esta manera, una dieta para una persona adulta debe ser baja en calorías y grasas, rica en hierro y fibra, así como calcio más las vitaminas necesarias para el cuerpo.

Las necesidades básicas de un niño, sin embargo, son bastante diferentes.Los niños necesitan una gran cantidad de energías que sacan, en parte, de la grasa de los alimentos. Por ello, no se recomienda dar a los niños leche desnatada ni productos de dietética. Por otro lado, los niños necesitan comer una gran cantidad de frutas y verduras, pues estas ofrecen un gran aporte de fósforo y de vitamina B12, los cuales son necesarios para el correcto desarrollo del cerebro. En épocas de estudio, estas cantidades se deben ampliar pues los niños necesitan mucha más energía cerebral para asumir todo lo que se espera de ellos.

Si estás buscando una buena dieta para tu familia, es importante que antes de hacer cambios en la dieta que sigues ahora, consultes con un especialista. Ellos conocen a la perfección las necesidades de nuestro organismo a cualquier edad y esto es lo que les permite ofrecernos las dietas más saludables o las dietas para perder peso evitando la falta de cualquiera de los nutrientes necesarios en nuestro organismo. Los dietistas son profesionales de las dietas y son ellos a los que debemos recurrir antes de hacer ningún cambio en lo que se considera una dieta normal o saludable.

Cualquier nutriente que ingerimos en nuestras dietas tiene una función específica en nuestro organismo, ya sea dar energía a los músculos, mantener el equilibrio de agua en las células, mantener en buen estado las neuronas de nuestro cerebro, etc. Por ello, cualquier dieta en la que eliminemos nutrientes puede traer consecuencias desastrosas para nuestro organismo, como pueden ser apariciones de enfermedades, anemias, mareos, cansancio, depresiones, etc. Por ello, es necesario seguir una dieta en la que tengamos todos los elementos necesarios para  nuestro organismo y, cuando  creamos que hay algo que ha cambiado en nosotros y que justifica un cambio de dieta, es mejor consultar a un experto en ello.