CUIDADO CON LOS QUEMADORES DE GRASA Y REDUCTORES SIN REGISTRO SANITARIO
10:11 p.m.
HAY MUCHOS QUEMADORES DE GRASA A LA VENTA SIN CONTROL SANITARIO Y QUE NO SON SEGUROS PARA LA SALUD DEL CONSUMIDOR
Formulas alteradas o con dosis no controladas hechas en laboratorios clandestinos y con frascos bonitos para que el consumidor se sienta atraido. Hay muchos quemadores de grasa a la venta en Ecuador pero hay que estar bien informado a la hora de comprar uno.
Los quemadores de grasa funcionan si usted tiene una dieta saludable y hace ejercicio. Pero si no hace eso entonces lo que hará el quemador de grasa es evitar que usted suba de peso, pero no abuse el uso de este maravilloso producto, ya que hay una ley de vida aquí y es TODO EN EXCESO ES MALO. Los quemadores de grasa tiene sustancias quimicas o naturales en dosis altas, que normalmente no conseguimos con la simple alimentación. Entonces usted esta cosumiendo en la cantidad efectiva lo que necesita para producir ese efecto termogénico, quemador de grasa y reductor de peso. Si lo consume todos los días para evitar que suba de peso, entonces esta haciendo trampa, no esta cambiando su estilo de vida, usted no es saludable y recuerde que todo es exceso es malo.
Diuréticas, 'quitahambre', quemadoras de grasa... de venta en farmacias, parafarmacias, herbolarios y hasta Internet. Pero: ¿sabes qué efecto producen estas 'pastillas antikilos'? ¿Son eficaces? ¿Son peligrosas para la salud? Nunca las tomes sin leer antes este artículo.
La fiebre por adelgazar que domina a medio mundo -mientras el otro medio se muere de hambre- ha hecho que proliferen en la televisión, la radio e internet los anuncios de milagrosas pastillas y productos adelgazantes. Farmacias, parafarmacias, herbolarios y hasta supermercados ofrecen un completo surtido de este tipo de productos.
Cómo nos hacen adelgazar
La mayoría de las pastillas y fármacos adelgazantes, ya sean con o sin receta médica, dicen tener efectos diuréticos, moderadores del apetito y quemagrasas. Pero, a excepción de los medicamentos indicados en caso de obesidad, el resto son prácticamente ineficaces si no se combinan con dieta o ejercicio, y hasta peligrosos si se toman sin control. O sea, que si se toman, debe ser pro prescripción médica o como complemento de un plan de adelgazamiento serio.
Tipos de "pastillas mágicas"
Las pastillas o preparados adelgazantes pueden clasificarse en función del efecto que pretenden producir. Toma nota:
Más peligrosas son las pastillas o productos que se venden con el reclamo de que quitan el apetito, lo cual es peligroso y poco real. Hasta el momento, sólo medicamentos de venta en farmacias bajo prescripción médica son capaces de lograr parcialmente este efecto. Otros productos capaces de conseguir quitar el hambre son los que contienen efedrinas, un alcaloide que se encuentra en las anfetaminas. No se te ocurra tomarlos por tu cuenta: han sido retirados en casi todos los países por sus peligrosos efectos secundarios. Si el problema de tu exceso de peso está relacionado con tu comportamiento alimentario, lo que necesitas es la ayuda de un psicólogo. Para sentirte saciada, procura comer más frutas y legumbres, ricas en fibras y bajas en calorías.
Sólo con receta médica
El Xelical y el Reductil son dos medicamentos con prescripción médica de venta en las farmacias españolas destinados a atenuar los síntomas de la obesidad. Un tercio de los pacientes tratados con ellos suele perder un 10 % de su peso, lo que les permite mejorar las enfermedades asociadas a su obesidad. Pero cuidado, estos medicamentos no están destinados a personas que quieran perder de 1 a 3 kilos, ya que sus efectos secundarios son considerables. Estos medicamentos actúan reduciendo la cantidad de lípidos absorbidos en el intestino, aumentando el gasto energéticos (termogéneisis) o directamente sobre el sistema nervioso controlando la sensación de hambre y de saciedad.
Entre los efectos secundarios de estos medicamentos están: aceleración del ritmo cardíaco, aumento de la presión arterial, problemas digestivos, boca seca, fatiga. Están contraindicados en caso de hipertensión, enfermedades cardiovasculares, glaucoma y pueden interactuar con otros medicamentos.
¿Suficientes razones para no hacer ninguna tontería?
No juegues con tu salud
Para perder peso, consulta a tu médico, sobre todo si tienes obesidad severa o problemas de hipertensión. Por supuesto, pregúntale antes de tomarte ningún producto, ya que la mayoría no cumple las promesas anunciadas y pueden ser peligrosos. Huye de pastillas recetadas por médicos que prometen adelgazar en poco tiempo y sin esfuerzo, de las que venden por la tele o internet, de las fórmulas magistrales y cualquier otro producto de composición dudosa. No dejes que te engañen: no se puede perder en dos días lo que se ha ganado en varios meses o años, va en contra de toda lógica y de la naturaleza misma.
La opinión de la experta
Según Loles Vives, Bióloga y Master en Nutrición, "de entrada hay que desconfiar de las pastillas para adelgazar, ya que o bien pueden resultar tóxicas y nocivas para la salud, o bien totalmente inocuas; pero absolutamente ineficaces para perder peso. Se comercializan muchos 'productos milagro' que no sirven para nada. Lo único que pierde peso es la cartera."
"Es cierto que sí existen productos útiles y sanos en el mercado que pueden utilizarse con éxito como suplementos adicionales en dietas de reducción de peso, pero nunca se logrará adelgazar tomando sólo estos productos si no se sigue una dieta", explica Loles.
"Los fármacos que más se utilizan para adelgazar de forma rápida y que pueden resultar tóxicos y peligrosos para la salud son: los laxantes, los diuréticos, las píldoras de extractos tiroideos y las anfetaminas. Estos productos, tomados de forma indiscriminada, pueden llegar a provocar disfunciones intestinales, cánceres de colon, daños endocrinos y adicción, entre otras muchas dolencias", asegura la experta.
"Mi consejo es que en lugar de recurrir a píldoras p productos adelgazantes se sigua una dieta adecuada que permitiera perder peso, además de hacer ejercicio físico"
Las cremas anticelulitis, reductoras y quema grasas son un engaño
Las cremas anticelulíticas y reductoras de grasa son el engaño del milenio y el negocio más redondo de la historia. No hay mujer que no caiga en la tentación cada verano de comprarse una crema que le permita perder celulitis en los muslos, pero lo único que va a perder es dinero, porque se termina la crema y la 'piel de naranja' permanece allí imperturbable.
Es así de cierto, pero verano a verano, ante el deseo de lucir unos glúteos de ensueño, iguales a los que lucen las modelos anunciantes de la crema de turno, la inmensa mayoría de las mujeres cae en la misma tentación y se gasta el dinero en balde en beneficio de los fabricantes de cremas anticelulitis.
Dieta
y ejercicio
Todas
son ineficaces, no importa que sea en versión
crema, loción, gel, spray, en ampollas, o en
parche, lo más 'fashion' en lo que a cremas reductoras
se refiere.Una vez instalada, la celulitis es realmente difícil de eliminar y sólo se pueden lograr resultados apreciables a base de combinar con tesón y constancia una rutina de masajes, una dieta adecuada y la práctica de ejercicio físico.
Lo más recomendable es evitar su aparición y, en este sentido, la prevención reside básicamente en dos métodos: dieta y ejercicio. Las cremas, mejor olvidarlas.
Reductoras de grasa
Al igual que las cremas anticelulíticas, las llamadas cremas adelgazantes, moldeadoras o reductoras de grasa tampoco adelgazan, en contra de lo que aseguran sus anunciantes, ni queman el exceso de grasa.
La mayoría son inocuas para la salud, pero si se quiere adelgazar o eliminar la grasa de una parte determinada del cuerpo, lo más aconsejable es olvidarse de las cremas y someterse a una dieta de adelgazamiento personalizada y a un programa de ejercicio físico.
O bien recurrir a algún otro método de tratamiento estético, como la liposucción.
Atacar estos productos puede despertar las iras de los fabricantes, pero la opinión de los especialistas no admite dudas al respecto.
No existen los milagros
Para fundamentar la ineficacia de estos productos basta con leer la conferencia del doctor José Enrique Campillo, responsable del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de Badajoz, y cuya intervención en el último Congreso Nacional de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad versaba precisamente sobre los ‘Remedios mágicos y milagrosos para el tratamiento de la obesidad’.
En esta charla, el doctor Campillo detalló el imposible proceso fisiológico que debería sufrir nuestro organismo para hacer realidad las promesas concretas realizadas en la publicidad de algunas cremas adelgazantes.
Según este especialista, en el mercado hay toda una batería de cremas, lociones y emulsiones para aplicación localizada para reducir volumen de grasa. Todos estos productos se acompañan de una publicidad tipo "moldea la figura sólo donde es necesario", "aplicado en la piel disuelve la grasa"; además, argumentan inexistentes propiedades médicas y la mayoría tiene un precio desorbitado.
Imposible científicamente
Algunas cremas adelgazantes, en su agresividad publicitaria, llegan a hacer promesas inverosímiles. Por ejemplo, actualmente una de ellas proclama que aplicada sobre la piel de la cintura es capaz de disolver y eliminar la grasa del organismo, y su potencia disolvente es tal, que es capaz de reducir 4 centímetros de cintura en 40 minutos.
El doctor Campillo, basándose en un modelo matemático y en sus conocimientos fisiológicos, explica que si verdaderamente se quemara y metabolizara (eliminara) tal cantidad de grasa, las reacciones fisiológicas que debería llevar a cabo nuestro organismo provocarían “un aumento de la temperatura corporal de varios cientos de grados”.
La opinión de este especialista es realmente clarividente: “Yo no pongo en duda que los principios que contiene esa crema puedan llegar a disolver la grasa de la cintura hasta hacer perder 4 centímetros, pero lo que sí es cierto es que es un efecto que debería de estudiarse en todas las universidades del mundo, ya que va en contra de las leyes de la física..."
Evidentemente, se trata de un fenómeno imposible y que deja patente el engaño que sufre el consumidor.
Dimensiones alarmantes
El tratamiento de la obesidad mediante la utilización de remedios mágicos o milagrosos está adquiriendo unas dimensiones alarmantes en nuestra sociedad. Estas prácticas representan un enorme gasto familiar, suponen un grave peligro para la salud de la población y desacreditan a la medicina.
En los últimos años, el gobierno español, alertado por la gravedad de la situación en torno a estos 'productos milagro', ha dictado leyes que pretenden, sin conseguirlo, controlar la publicidad y dispensación de estos productos.
Pero los productos se siguen anunciando con sus pretendidas virtudes, no demostradas científicamente; algunos se venden en farmacias; otros se dispensan por correo o en consultas y clínicas diversas. Y siguen produciendo daño a numerosas personas, sobre todo a un blanco especialmente susceptible a este problema: las adolescentes.
Bajar de peso puede convertirse en una obsesión bajo un bombardeo de imágenes de personas esbeltas. Y si hay algo que podemos asegurar respecto de las pastillas para adelgazar es que parecen un muy buen negocio, pues siempre están surgiendo nuevas alternativas en el mercado. Pero es necesario tener en cuenta sus riesgos.
Perder peso sin esfuerzo es la promesa. Diuréticas, inhibidoras del apetito, quemadoras de grasa son algunas de las alternativas. Tomadas sin control, todas las pastillas para adelgazar pueden tener efectos secundarios muy peligrosos y lo más aconsejable es asesorarse por un experto.
Para perder peso se debe consultar al médico, especialmente en casos de obesidad severa o problemas de hipertensión. Hay que sospechar de las pastillas prometen adelgazar en poco tiempo y sin esfuerzo, de las que venden en infomerciales o internet, y cualquier producto de composición dudosa.
Sí hay productos que pueden ayudarte, pero utilizados como complemento a un plan para adelgazar que contemple dieta y ejercicios.
Pastillas y sus riesgos:
* Diuréticos y laxantes: Pastillas o infusiones a base de plantas conocidas por sus propiedades diuréticas, como té verde y ciruela.Usos:Son eficaces en caso de problemas digestivos y de retención de líquidos o problemas de estreñimiento, pero no eliminan la grasa del cuerpo.
Riesgos: En exceso pueden favorecer la deshidratación del organismo, lo que puede provocar fatiga y vértigos.
* Inhibidores de la absorción de grasas: Actúa en el interior del aparato digestivo, al obligar a unas enzimas llamadas lipasas a rechazar las grasas, evitando de ese modo que la grasa sea absorbida.
Usos: Actúan reduciendo la cantidad de lípidos absorbidos en el intestino y se utilizan en casos de obesidad y bajo prescripción médica, en personas que padecen al menos un 30% de sobrepeso.
Riesgos: Pueden provocar aceleración del ritmo cardíaco, aumento de la presión arterial, problemas digestivos, boca seca, fatiga. Están contraindicados en caso de hipertensión, enfermedades cardiovasculares, glaucoma y pueden interactuar con otros medicamentos.
* Inhibidores del apetito: Productos a base de fibras que se hinchan en el estómago y dan sensación de saciedad. Los preparados más habituales son los derivados de la pectina, del glucomanano y de gomas naturales.
Usos: Suelen tomarse entre 10 y 30 minutos antes de las comidas produciendo sensación de distensión y de saciedad. Se utilizan en el tratamiento de la obesidad.
Riesgos: Puede provocar molestias en personas con el intestino delicado.
* Drogas inhibidoras del apetito: Son los que contienen por ejemplo cafeínas o efedrinas, un alcaloide que se encuentra en las anfetaminas. No deben consumirse sin prescripción médica.
Usos: Actúan a nivel central sobre la recaptación de neurotransmisores, aumentando su biodisponibilidad y produciendo una disminución o supresión del apetito.
Riesgos: Peligrosos efectos secundarios y alto riesgo de adicción. Tomados de forma indiscriminada, pueden llegar a provocar disfunciones intestinales, cánceres de colon, daños endocrinos y adicción, entre otras muchas dolencias.
Termogénicos, aceleradores del metabolismo con los que debemos ser prudentes
Si hablamos de quema grasa todos sabemos a lo que nos referimos, se trata de comprimidos que nos ayudan a acelerar el metabolismo y con ello la quema de calorías y grasas por parte del organismo. Científicamente reciben el nombre de termogénicos, debido a que hacen que el metabolismo aumente. En su mayoría suelen estar elaborados a partir de sustancias estimulantes como la cafeína o el té verde. Es cierto que en determinadas ocasiones nos pueden ayudar, pero no podemos pasar por alto algunos de sus efectos.
Seguro que en alguna ocasión hemos utilizado o conocemos a alguien que haya echado mano de estas sustancias para mejorar su figura. La manera de actuar de estos compuestos es a través del aumento de la temperatura corporal, lo que lleva a la quema de más calorías. Pero existen muchas personas que no pueden tomarlos debido a sus efectos secundarios.
Los termogénicos suelen incidir directamente en el corazón. No debemos olvidar que se trata de sustancias estimulantes que aumentan el ritmo cardiaco y por lo tanto pueden hacer que este órgano sufra las consecuencias. Su ingesta no es nada recomendada en personas que padecen del corazón o aquellas que tienen mala circulación, hipertensión… Al ingerir estos preparados se corre el riesgo de sufrir taquicardias, arritmias y dañar poco a poco el corazón.
Su consumo está desaconsejado también en personas que llevan una dieta baja en hidratos de carbono, ya que al acelerar el metabolismo es necesario que mantengamos unas reservas de glucógeno altas para así obtener energía. Si no lo hacemos, al aumentar el ritmo metabólico conseguiremos un rápido consumo de la energía, quedándonos sin fuerzas para poder hacer frente a las necesidades físicas. Es cierto que anímicamente nos dan la sensación de tener más energía, pero realmente es una sensación, no una realidad si no nos alimentamos como es debido en lo referente a los hidratos.
El uso de termogénicos acelera tanto nuestro metabolismo y su funcionamiento que en algunas personas puede llegar a trastocar sus biorritmos, hasta el punto de llegar a producir insomnio en las personas que los utilizan para perder peso. A esto debemos sumar que su uso al comenzar una dieta, cuando más peso se pierde, puede ser un inconveniente en lo referente a descolgamientos, pues la pérdida será muy rápida sin dejar apenas que la piel se acostumbre. Es mucho mejor echar mano de ellos al final del proceso, y si podemos evitarlos y conseguir eliminar los kilos que nos sobran con dieta y deporte, mejor que mejor.
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